La suerte a veces nos hace hacer cosas que no tienen mucho sentido como: cruzar bien los dedos, ponerse algo rojo, tocar madera. A veces confiamos en la suerte sin querer, no tiene que ser tan complicado otros ya lo hicieron sin cuidado.... y ahora cojo aire te miro, respiro, lo suelto de golpe que quiero contigo, desde que te vi mi cuerpo no para de bailar, me voy a poner esa falda nueva con aquel colgante que me daba suerte aunque tu te rieras. A veces la suerte no hace pasar una mala pasada, pero no siempre, a veces tienes la suerte de tu parte y te salen dos corazones para ti.
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