Y así de repente cuando decidí ser feliz. Acepté la realidad, acepté cada rato de mi corazón como una ensenñanza que me dio la vida y seguí adeñante. Me atraví a volver a sonreir, de luchar por los sueños que había dejado atrapados. Ahora ya no despierto pensando en ti, no ya no, ya eres un recuerdo más, quizás sigas latente en mi interior, no puedo negar que tu imagen aparezca en mi mente como un flash, que quizás añore peuqeños momentos que un día me llegastes a regalar. Sí, pero no echo de menos tus besos, ni tus acaricias, todo eso dejé en ese libro que cerrastes con rabia. Dejé atrás todo ese cariño que invertí en ti, todoas esas dedicatorias que no leístes, todas las fotos quedarón rotas. Simplemente tenia que ver que la felicidad se puede encontrar en cualquier rincón de esta ciudad, que la luna si yo quiero puede volver a brillar y que mi sombra no tiene que depender de nadie, solo de mi. Hoy me toca ami ser feliz,a mí, a esta pequeña niña que un día era capaz de dejar todo por un roca de manos. Hoy nuestras estrella se apagó. Hoy ya nada renacerá, ya no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario