Esperanza

Sentada en el autobús camino a casa, despues de una tarde agotadora, no puedo evitar mirar a la pareja que tengo delante. No paran de abrazarse y darse besos. Son de esas parejas empalagosas que dan tanta rabia. Pero ¿por qué nos dan rabia?  supongo que es porque nos dan envidea. Al menos, a mí. Sí lo reconozco me dan envidea. Como no los conozco, no puedo saber si son felices o no, pero la verdad es que lo parecen. Transmiten amor. Y llega un momento en el que recuerdo aquellos momentos con esa persona, esos recuerdos que parece insignificativos, de esos que piensan ya se olvidarán, pero pasan los meses y sigues teniendo aquellos recuerdos en la cabeza.

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