Siempre caminábamos sobre la cuerda floja, lo supe todo el tiempo, pero nunca pensé que vería como se rompía. Fue un día cualquiera, de esos días que parece que todo se derrumba. Y es verdad, se derrumbó todo. Estábamos sentados allí mismo en otro banco diferente, todo fue muy deprisa, no quise, me quite varias veces, pero a las cinco minutos me sentía como si hubiera cometido un error, un gran error, uno de esos que se podrían arreglar con solo hablarlo, pero no lo hicimos. No quería perderle pero tal vez habías sido tu quien me había perdido a mi, por algún motivo que yo desconocía, algo que había hecho que tus ojos se volvieran fríos. Cuando vi que se acercaba el momento de la despedida no sabía cómo me iba a despedir, supongo que dos besos era lo razonable, pero tú no quisistes que fuera así, me abrazaste, vi como tirabas el cigarro que acababas de empezar, y nos quedamos mirándonos a los ojos, sin decir nada, abrazados, a punto de que nuestros labios se rozaran, hasta que tú amigo hizo un comentario un tanto gracioso y ya me aparte, la despedida podía haber acabado con un beso final, pero en cambio acabó con dos besos para todos. Te vi alejarte, poco a poco, y.... es verdad, no tuve la fuerza suficiente para ir y recuperar lo que teníamos, pero, al fin y al cabo.... tú tampoco. Me quedé sin respiración, mi corazón se paró. Era verdad, los dos nos habíamos alejado, hasta un punto en el que ya ni nos conocíamos, aunque tu seguías siendo todo lo que quería, algo me mantenía aferrándose en nada, tal vez sea eso que llaman amor, tal vez era verdad que te quería y no era simplemente la costumbre o un capricho, como decían otros. Tal vez ninguno de los dos quería irse en ese momento, pero nosotros... cobardes, nos disfrazamos de valientes, y nos fuimos, por el miedo a equivocarnos, sin darnos cuenta de que ese era nuestro mayor error. Y deseché la idea de ofrecerte dar marcha atrás, y así no terminar lo que ni siquiera había acabado de empezar, y  ni siquiera ofrecimos el pensamiento de darnos un último beso, como despedida, como punto y final.
"Tal vez el tiempo haga su papel y algún día volvamos a encontrarnos" susurré para mis adentros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario