Me arropabas, me dabas un beso de buenas noches y apagabas la luz, me mantenías sana y salva en la noche. Me peinabas mi pelo, me elegias la ropa, me escuchabas, me contabas un cuento todas las noches, tenías que llevarme a todas partes, siempre estabas ahí cuadno miraba atrás. Y cuando no podía dormir por las noches, asustada de que las cosas no salieran bien, agarrabas mi mano y me decias que todo iba a salir bien.

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