Si te cae una pestaña, tienes derecho a pedir un deseo, o si la hora es igual a los minutos. Si ves una estrella fugaz tambien puedes pedir un deseo.También antes de soplar las velas de la tarta, o puedes escribirlo y quemarlo en la hoguera de San Juan. Al final, siempre pesa más la ilusión que la realidad, y aunque el deseo del año pasado siga sin cumplirse, y el de hace una semana, y el de cuándo eras pequeña, son las 12: 12 y volvemos a pedir otro deseo, se nos cae una pestaña y volvemos a pedirlo..... Aunque la lotería nunca toque, seguimos comprando el décimo. Aunque nunca ganemos el concurso, seguimos participando.
Hace tres grados, te tiritan hasta los huesos, no sientes los pies, tienes las manos heladas... Y la nariz roja, pero no, sabes que no es culpa del frío, es porque alguien esta pensando en ti.
Me parece que todos necesitamos vivir en una vida rodeada de sueños y esperanzas. Ya que si no tienes una ilusión que te mueva día a día ¿Para qué seguir viviendo?
ResponderEliminarNo discuto lo de los sueños, porque si no tienes un sueño por el que luchar en tu vida no sirve de nada seguir hacia delante. Pero como digo en esta entrada:"A las cosas poco cotidianas que ocurren dentro de lo cotidiano, se les da un motivo mágico"
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