Cuando vuelva a saber de ti

Saber que estas aquí lo cambia todo, doblar la esquina es un reto. Y de pronto te veo allí, sonriendo, y el mundo se me cae encima. Me abrazas, te miro los labios, no se como hacerlo, como aguantarme estas ganas de besarte, pero me aguanto. Hablas como cuando se habla de lo que nunca ha pasado. Y no se si abrazarte, besarte o irme. Quizás lo mejor sea irme. Me rindo, pero no descarto que te vuelva a besar. Y nos volvemos a separar, cada uno por su lado. Y cuando llego a mi casa, lo único que pienso es en ese cruce de miradas, que hablaba solo. 

“Dos personas que se miran a los ojos no ven sus ojos sino sus miradas” 
Robert Bresson.
Y otra vez te echo de menos, no se cuánto va a durar esto, vuelve a sonar ese silencio todos los días. Pero, de pronto nos volvemos a encontrar y todos aquellos sentimientos vuelven aparecer, nos dimos una sonrisa después de todo. Tal vez no guardes nada de mi, o tal vez piensas como lo hago yo. Pero nuestra conversión se basa en el silencio. Y llego a la conclusión de que te necesito aquí, que es una manera de decir que te echo de menos. 
  
"Necesito sudarte como se suda un día de verano, como el abrigo que llega a agobiarte cuando no consigues desabrocharlo"- Vanesa Martín

Pero luego vuelve a pasar el tiempo, y todo esto se me pasa, y solo queda reírme de todo, de lo tonta que he sido, y me prometo que no volveré a echarle de menos, aunque realmente se que esa promesa solo durará hasta que vuelva a saber de él.  “Y te ríes. Te sorprendes y ríes de nuevo, porque hacía tiempo que no te oías reír a ti mismo y te has dado cuenta de que era injusto.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario