Como cuando un pequeño llora porque su papá no le deja comprarse una chuchería, como cuando se caen y lloran porque se han hecho daño, como cuando de pequeños llorábamos por todo, pero parece que ahora es peor, de pequeños reíamos unas 120 veces al día ahora a veces 5 o 6 a la semana, a medida que crecemos lloramos más, reímos menos. Porque el dolor es temporal, la satisfacción es para siempre, la tristeza viene y va como las olas del mar, una sonrisa es fácil de sacar aunque unas lágrimas pueden ser aun más fáciles. Muchas veces no pensamos en lo bueno solo vemos lo malo.

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