La gimnasia rítmica para mi es mi vida, y si, puede que no sea lo mío, pero aún así me sigue gustando y me seguirá gustando, a veces no tengo esa mano amiga para ayudarme a levantarme pero esa mano me la da la gimnasia, yo cuando entreno me siento contenta, con fuerzas, y con una sonrisa en la cara, mentiría si dijera que en la gimnasia rítmica solo hay alegrías y sonrisas, en la gimnasia como en todo también hay lagrimas, muchas veces he llorado también por la gimnasia, porque no nos hemos quedado en la posición que esperábamos, porque me he lesionado en el momento menos oportuno, porque hay días que no puedo ir a entrenar. Muchas veces tengo que elegir entre la gimnasia rítmica y estar con mis amigas, y casi siempre elijo la gimnasia, porque salir con mis amigas puedo quedar otro día, y las veo casi todos los días. La gimnasia rítmica no es solo un deporte, la gimnasia para mi es mi vida, este deporte no solo te enseña a hacer giros, equilibrios o ejercicios de flexibilidad, también te enseña a trabajar en equipo, me ha enseñado que cuando te esfuerzas por algo puedes llegar a conseguirlo; que puede que tu recompensa no sea un medalla, o una buena clasificación si no las risas con tus compañeras, los gritos animando a tus amigas, todo lo nuevo aprendido, puede que tu recompensa sea los buenos ratos y tu mejora. Siempre que me preguntan por la gimnasia rítmica me acuerdo de momentos inolvidables en ella, como cuando te subes a un pódium, cuando te alegras porque te sale una cosa después de practicarla un millón de veces, como cuando te aprendes tu tabla entera, y te sabes la canción de memoria, esas risas en las horas de entrenamiento con tus compañeras, las amistades que has hecho gracias a ella……Yo disfruto practicandola, y viendo los mundiales y europeos en la tele. El caso es que la gimnasia es mi vida y eso poca gente lo entiende.
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