La despedida
Era hora de la despedida, no sabia como se iba a despedir. Mientras permanecemos mudos, uno frente al otro, él me coge una mano y me mira a los ojos. Esta vez me mira con firmeza. Y sonríe, con una se sus sonrisas amplísimas. Entonces nuestros labios se rozan, se detienen. Sus manos bajan por mis caderas y recorren mi espalda, y me estrecha entre sus brazos. Ya nos daba igual todo, era tarde, empezaba hacer frío pero estaba con él y todo daba igual.
Guau, que romantico :) Me encanta, sigue escribiendo así de bien
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias , me alegro que te guste :)
EliminarUn beso ^^