Volver a darlo todo, volver a disfrutar pisando un tapiz. Poca gente sabe lo que es sentir eso, sentir ese cosquilleo cuando escuchas tu nombre, cuando saludas a los jueces y ni siquiera te están mirando, salir con una sonrisa y sentir tu música, pero no siempre las cosas salen como te esperas, a veces una mala colocación hace que todo salga mal, que todo lo trabajado durante meses no haya servido de nada, te sientes mal, decepcionada por ti misma, y las lágrimas es algo normal. Pero al igual que sale mal, también hay veces que sale bien, y tu sonrisa forma parte de tu despedida aunque los jueces sigan sin mirarte, sales del tapiz sonriente y abrazas a tu entrenadora entre lágrimas. Tal vez no quedes en podium, pero eso no es lo importante, lo importante es salir contenta, pensando que has demostrado todo lo que has trabajado, eso es lo importante, no por tener más medallas o trofeos significa que hayas trabajado más, simplemente a veces es cuestión de suerte.