Con derecho a roce

Amigos, solo amigos, pero con algún que otro derecho. Me encanta estar contigo, necesito hablar contigo todos los días, y a todas horas. Verle todas las semanas y no poder hacer nada, dedicarnos solo a mirarnos. Quedar a solas, y que todo cambie. Querer preguntarte que ¿cómo piensas que va acabar esto? pero no pregunto por miedo a la respuesta. Es algo raro, porque no quería en un principio, solo somos amigos, pero poco a poco estos amigos se convirtieron en amigos con ciertos derechos, derecho a besar nuestros labios, a decirnos cosas preciosas, a pasar tardes inolvidables. Simplemente amores disfrazados de amistad. Puede que pensáramos que esto no iba a influir en nada, pero nos equivocamos, ya nada era igual. Supongo que todo se queda en eso, en amigos con derecho a roce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario