La esperanza permanece

Hace bastante que no sé nada de él. Así que le recuerdo demasiado. Su sonrisa, sus ojos color caramelos. Él es la esperanza más bonita que me invade desde hace tiempo. Aún no he perdido ese tren, lo sé, y por eso no me duele estar sin él, "Ocurrirá algún día", pienso. Ocurriremos. Y sé que nunca he sido gran cosa. Sé que desafino cantando en la ducha, que tengo que dormir siempre son la puerta abierta y tapada con la sabana, que mis comidas no son las mejores, sé que mi cama esta siempre deshecha, al igual que mi vida, que estoy un poco loca, y que estoy siempre en mi mundo. Y ojalá nada de eso le importase. Yo no quiero cambiar, ni que cambien, pero a veces pienso que quizás merezca la pena hacerlo. Cambiar por alguien sería una bonita declaración de amor, supongo, siempre y cuando el cambio sea para bien. Pero a pesar de todo intento ponerme guapa cuando voy a verle, y le intento hacer reír cuando no es su mejor día, intento que se olvide de todo. Me sé la teoría pero la practica es diferente. Quizás que me coja de la mano delante de todo el mundo sería un gesto bastante bonito. Que no se sienta solo. Hacerle formar parte de los dos, que podemos serlo todo, si él quiere, y las circunstancias nos dejan. Para no pasar el otoño tan solos, ni el resto de nuestras vidas. Y para que el invierno no nos enfríe tanto las miradas, ni la distancia sea sinónimo de olvido. El caso es que ya no hablamos, ya no se nada de ti, pero la esperanza sigue hay.

2 comentarios:

  1. Guau! Que romántico, de verdad que me ha llegado dentro ^^ Me encanta la parte de: <<"Ocurrirá algún día" pienso. Ocurriremos. >>
    Genial! :D

    Muchos besos

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