Desde pequeña has siguido el ejemplo de grandes, has visto todas y cada una de las competiciones, has soñado, has disfrutado con cada uno de los entrenamientos, algunos más duros que otros. Cuando empiezas algo desde pequeña es como si tu vida fuera eso, cuando lo dejas notas un gran vacio. Cuando sabes disfrutar de cada giro, de cada movimiento de brazos. Hay veces que ves tablas que de verdad se te pone la piel de gallina, te hacen sentir la música, te hacen disfrutar, a veces una lágrimilla se te cae. No todos sirven para este deporte, pero como en todos los deportes te hace ser fuerte, a ser constante, a no rendirte a la primera caida, porque si hoy no te sale bien puede que mañana te salga mejor, todo con rutina y constancia se consigue, y como con todos los deportes ries, y lloras. Este deporte trata de demostrar en solo 90 segundos lo que has trabajado en meses, y no todos consiguen demostrarlo. En cambio a otros les sobra tiempo, pero lo importante es salir sonriendo, salir con una preciosa sonrisa, y salir con el pensamiento de que puedes lograrlo.

Tras años de dedicación todo llega a un fin Eugenia Kanaeva dice adios a las competiciones