Una noche no puedes dormir y te paras a pensar. Y descubres lo que es realmente un "te quiero". Te das cuenta de que la felicidad no llega al tener un buen día, ni al salir de fiesta o comprarte un vestido nuevo. Que normalmente las cosas son más dificiles de lo que parecen, que nunca sabes lo que es suficiente y muchas veces se tiene miedo. Que hay mil cosas que duelen, como hay otras mil cosas que te hacen sonreír como un idiota. Que a veces nada está claro. La felicidad, tu felicidad se ha ido construyendo granito a granito, por esas personas que realmente pueden decir ese "te quiero" sin mentir y que siempre se han preocupado por ti. Algunas después de toda una vida y otras desde hace unos meses. Que se dan cuenta, que tu felicidad, fácilmente se desmorona, y siempre están ahí para recoger los trocitos. Que cuando un día va mal, cambian del blanco y negro al color, que te contagian su alegría. Por las que a la mañana siguiente, te despiertas con una sonrisa en la boca y piensas que vale pena, que hacen que se te olviden tus problemas, y que rías sin parar hasta llegar a llorar de la risa. Lo único que puedo decir es gracias.

1 comentario:

  1. El problema es que realmente existen pocos amigos verdaderos, mucho son tus "amigos" por el hecho de no encontrarse solos.
    Me encanta como escribes sigue haciendo :D

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