Una noche no puedes dormir y te paras a pensar. Y descubres lo que es realmente un "te quiero". Te das cuenta de que la felicidad no llega al tener un buen día, ni al salir de fiesta o comprarte un vestido nuevo. Que normalmente las cosas son más dificiles de lo que parecen, que nunca sabes lo que es suficiente y muchas veces se tiene miedo. Que hay mil cosas que duelen, como hay otras mil cosas que te hacen sonreír como un idiota. Que a veces nada está claro. La felicidad, tu felicidad se ha ido construyendo granito a granito, por esas personas que realmente pueden decir ese "te quiero" sin mentir y que siempre se han preocupado por ti. Algunas después de toda una vida y otras desde hace unos meses. Que se dan cuenta, que tu felicidad, fácilmente se desmorona, y siempre están ahí para recoger los trocitos. Que cuando un día va mal, cambian del blanco y negro al color, que te contagian su alegría. Por las que a la mañana siguiente, te despiertas con una sonrisa en la boca y piensas que vale pena, que hacen que se te olviden tus problemas, y que rías sin parar hasta llegar a llorar de la risa. Lo único que puedo decir es gracias.
El problema es que realmente existen pocos amigos verdaderos, mucho son tus "amigos" por el hecho de no encontrarse solos.
ResponderEliminarMe encanta como escribes sigue haciendo :D